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Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte manifestamos, una vez más, nuestro compromiso desde una de cooperación feminista internacionalista:
Cada 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres y Niñas en territorios de todo el mundo, miles de mujeres ocupamos las calles para gritar con fuerza que no queremos más violencias, celebramos que estamos vivas, algunas somos supervivientes de violencias machistas. Reivindicamos el derecho a una vida libre de violencias machistas, conscientes de que éstas representan una grave y sistemática vulneración de los DDHH de más de la mitad de la población.
Las mujeres tejemos redes, juntas somos más fuertes. Los movimientos feministas de todo el mundo somos imprescindibles para una verdadera transformación social y cultural. “Sin las mujeres no hay revolución”. Decimos SE ACABÓ y BASTA a las violencias machistas.
NO QUEREMOS estigmatización por pertenecer a una cultura diferente, por ser gitanas, o por nuestra condición de mujeres migradas y racializadas.
¡NO SOMOS VÍCTIMAS! ¡SOMOS SUPERVIVIENTES!
¡BASTA! De opresión por nuestras orientaciones e identidades sexuales
DENUNCIAMOS la LGTBIfobia social, institucional y laboral que sufrimos muchas de nosotras, como otra forma de violencia machista.
DENUNCIAMOS la represión y la censura a compañeras por las protestas y manifestaciones creativas en defensa de los derechos sexuales y reproductivos, bajo la presión de los fundamentalismos religiosos.
REIVINDICAMOS una sociedad libre de opresiones, de explotación y de violencias institucionales. Hagamos un llamamiento a la rebeldía y a la lucha contra la alianza entre el patriarcado. Plantemos cara al capitalismo y los fascismos que nos quiere dóciles, sumisas y calladas.
¡SI NOS TOCAN A UNA, NOS TOCAN A TODAS!
EXIGIMOS políticas públicas que pongan la vida en el centro, contra la pobreza y la exclusión social, con una asignación presupuestaria que garantice una vida digna para las mujeres.
APOYAMOS las redes de acompañamiento comunitario y apoyo mutuo para mujeres.
APOYAMOS a las organizaciones de mujeres migradas y refugiadas en sus reivindicaciones por la regularización de las personas migrantes, por la derogación de la Ley de Extranjería y contra las políticas migratorias en las fronteras que ejercen una gran violencia sobre las mujeres migradas y refugiadas, subordinando sus vidas al patriarcado.
DENUNCIAMOS la precariedad y exclusión social, que no contribuyen a la erradicación de las violencias machistas. En situaciones de vulnerabilidad, las violencias machistas tienen un impacto tremendo sobre las mujeres, ya que no poseen la autonomía económica que les permita poder salir de la situación de violencia.
El Estado español, que ocupa en estos momentos la presidencia del Consejo de la Unión Europea, tiene una ocasión para incidir contra el genocidio al pueblo palestino. Exigimos que se posicione de manera firme y plantee medidas vinculantes para parar la violencia y garantizar la seguridad y el bienestar de la población palestina, bajo el amparo de los Derechos Humanos.
El de Palestina es un grito de dolor que resuena en todos los rincones del mundo. No podemos ser cómplices del silencio. No podemos permitir la equidistancia ni la aplicación de falsos paralelismos. El desplazamiento forzoso de un millón de personas en Gaza, el corte de suministros, el bombardeo de casas, carreteras y hospitales son crímenes de guerra que no pueden ser tolerados. Las retóricas de deshumanización agudizan la alarma ante una situación en la que se desvanecen los valores más básicos.
Hacemos nuestro el llamamiento que hacen nuestras compañeras desde los movimientos feministas diversos a los que estamos vinculadas:
“Este 25N tejemos redes de solidaridad con las Mujeres de Gaza y Cisjordania. Estamos a su lado compartiendo su dolor ante la pérdida de vidas de familiares y sobre todo de sus hijas e hijos.
Nuestras voces se unen hoy con otras voces de aquí y de todas partes para gritar muy fuerte NO ESTÁIS SOLAS.
No callaremos ante la violencia patriarcal que en este genocidio muestra su imagen más cruenta porque las guerras y el militarismo son la expresión máxima de todas las violencias.
No callaremos hasta que se pare este genocidio y sus responsables, el ejército israelí y su gobierno, sean juzgados como criminales de guerra por un tribunal internacional”.
(Manifiesto Feminista contra el genocidio al Pueblo Palestino – Coordinadora Feminista)
#25N #25N2023 #SeAcabó #NuestraLuchaesGlobal #NiUnaMenos
Diálogos feministas y ecologistas nace como un encuentro de intercambios de experiencias y propuestas de alternativas desde los feminismos diversos, incorporando, entre otros muchos elementos, el ecologismo social tan necesario para la transición ecosocial a la que debemos dirigirnos, juntas, de manera colectiva para superar y desbordar la tan asentada práctica capitalista, heteropatriarcal, racista, y que opera contra la base de la vida y el derecho a los cuidados colectivos que garanticen vidas dignas para todas las personas y el planeta.
Caminando hacia las II Jornadas Diálogos Feministas y Ecologistas que celebraremos el próximo mes de diciembre de este año 2021.
Estos diálogos feministas y ecologistas permiten que nuestras luchas tengan inferencia real, se realimenten de esperanza, de sueños y voces que interpelen nuevas formas de conducta humana, capaces de transformarnos hacía un porvenir lleno de desafíos diarios.
A lo largo de estas jornadas de puesta en común y construcción de paradigmas emancipatorios pudimos compartir nuestras experiencias más significativas y nuestras capacidades reflexivas para articular discursos y prácticas, rodeadas de una vitalidad feminista repleta de energía y pasión, rebeldía y dignidad.
Intercambio de experiencias de resistencia, pero también de prácticas y agencias feministas
Tenemos la posibilidad de poner estas prácticas comunitarias al servicio, no solamente de las comunidades, sino de la globalidad, del mundo. Construcción de espacios que nos permitan seguir intercambiando experiencias de resistencia, pero también de prácticas y agencias feministas.
Una de las propuestas de aprendizaje más interesante [entre muchas otras] fue la de imaginarnos frente a la crisis capital-vida nuevas formas de organizar la sociedad. Porque los conflictos por los bienes comunes no son hechos aislados, responden a un modelo capitalista neoliberal extractivista, que se repite y se retroalimenta entre el norte, el sur, el centro y la periferia.
Cómo la usurpación, el despojo y la mercantilización de los bienes comunes ponen en evidencia profundas violaciones a los derechos humanos, donde incluso hay mujeres, en los respectivos territorios, que están exponiendo su vida para la defensa de algo que es comunitario y del bien de todo el planeta.
Las diferentes ponencias de las mujeres que nos acompañaron nos han servido para mostrar, una vez más, la capacidad autosuficiente del feminismo y su interacción a diversas escalas globales. De ahí la importancia de las relaciones internacionales, de las alianzas para poder enfrentar la defensa de lo común y la intolerancia reiterada de las violaciones constantes de los derechos humanos.
Nuestro horizonte se vislumbra en la lejanía. Es algo común a todas las mujeres. Se trata de un horizonte de transformación emancipadora. Algunas de las estrategias que nos planteaban nuestras compañeras provienen de una lucha activa y militante del sur. De un sur global donde el despojo y la extorsión se perciben en el orden del día junto con la desobediencia, la rebeldía y la resistencia.
Poner la vida de las personas en el centro, sin dejar a nadie atrás.
Es por ello, que debemos desarrollar estrategias de democratización del conocimiento y la comprensión crítica de nuestra realidad social: difundirla, comunicarla, transmitirla para inferir en nuevas políticas feministas —económicas, culturales, sociales, de los cuidados— que nos permitan desarrollar un cambio real en nuestros espacios de vida cotidiana, poner la vida de las personas y el planeta en el centro sin dejar a nadie atrás.
De ahí, tal vez, podamos crear nuevas alianzas insólitas. Nuestra capacidad de politizar a la ciudadanía debe observar más allá de su única realidad, en el caso de Occidente, y aprender nuevas formas de activismo nutriéndonos de las experiencias de resistencia del sur.
Nuestras compañeras feministas ya han lidiado con temas tan escépticos por la sociedad como la defensa del territorio y bienes comunes por parte de mujeres y hombres que ponen en riesgo su vida y sus cuerpos, cambio climático, a través de diversas formas de activismo de conciencia, consiguiendo mostrar la fractura que vincula el desarrollo del modelo neoliberal al medioambiente. Dando evidencia a esta crisis mediante su activismo, han conseguido dotar de consciencia al movimiento por la vida, superponiendo el estrato individualista del sistema político y económico tradicional, hacia una nueva lógica en la que las relaciones humanas y el entorno se anteponen al mercado, y que paradójicamente tiene que ver también con el reconocimiento de la sabiduría y las cosmovisiones de los pueblos indígenas, en definitiva con la sostenibilidad de la vida de las personas y el planeta.
Y es que puede no resultar tan paradójico pensar y reconocer que desde los feminismos comunitarios y pueblos originarios hace muchos siglos que se habita en armonía con la naturaleza sin causar daños irreparables en su entorno. Esto debería servir para replantearnos:
¿Hacia dónde dirigimos nuestras lógicas productivas?
Caminos entrelazados que ya nos muestran las mujeres que participan en estos diálogos a través del intercambio de experiencias desde diferentes territorios, luchas y rebeldías, alternativas y acciones conectadas que podemos recuperar a través de la sistematización de las sesiones y las cápsulas audiovisuales de las Jornadas Internacionales Diálogos Feministas y Ecologistas que tuvieron lugar en diciembre de 2020 y que puedes visionar en este enlace.
También puedes revisar las relatorías de las Jornadas de 2020 en estos enlaces:
«El acuerdo comercial UE-Mercosur, un golpe de mercado»
«Construcción de nuevos paradigmas para la sostenibilidad de la vida, de las personas y el planeta»
«Juntas somos más fuertes: Imaginarios colectivos y prácticas comunitarias desde el buen vivir»
«Rescatar la esperanza: No dejemos el futuro en sus manos»
Uno de los objetivos de recuperar todo este intercambio de saberes y rebeldías es avanzar en estas articulaciones y alianzas feministas desde el ecologismo social que nos permitan continuar construyendo desde la diversidad y la inclusión.
Seguiremos conectadas para poder encontrarnos de nuevo para esta puesta en común en el marco de las II Jornadas Diálogos Feministas y Ecologistas que celebraremos el próximo mes de diciembre de este año 2021.
Para más información puedes contactarnos a través de nuestro correo electrónico:
Carrer d’en Blanco, 73 1º pis
BARCELONA – 08028
c +34 93 268 33 66 – +34 690 743 407
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