Guatemala: Tres campesinos asesinados. Monte Olivo contra el desarrollo violento

 

 

Andrés Cabanas (Memorial de Guatemala) y Centro de Medios Independientes
La conflictividad en Monte Olivo y comunidades q´eqchi´ es consecuencia de la implantación violenta de un modelo de desarrollo, a costa de los derechos y la decisión de las comunidades.Oficialmente, este modelo garantiza beneficios para todos, a partir de la atracción de inversiones extranjeras y de la promoción de una buena imagen de Guatemala. En realidad, el desarrollo propuesto por gobierno y empresas tiene como objetivo la acumulación y concentración de riqueza (sin importar el costo) y como estrategia la anulación (violenta) del debate y la oposición. La imposición genera rechazo y deriva en conflictos intensos.

Inserto en una dinámica de implantación de un modelo de desarrollo, Monte Olivo no es un caso aislado. Apunta tendencias para una nueva fase de violencia en otros territorios, al tiempo que convoca a la solidaridad: defender formas de resistencia que son nuevos modos de vida antimercantiles y antiautoritarios, construidos desde lo colectivo, para una nueva existencia sin explotación ni violencias.

 

 
Monte Olivo contra el desarrollo violento
 
Por Andrés Cabanas (Memorial de Guatemala)
 
La conflictividad en Monte Olivo y comunidades q´eqchi´ [1] es consecuencia de la implantación violenta de un modelo de desarrollo, a costa de los derechos y la decisión de las comunidades.
 
Oficialmente, este modelo garantiza beneficios para todos, a partir de la atracción de inversiones extranjeras y de la promoción de una buena imagen de Guatemala (Presidente Otto Pérez Molina, programa De frente con el Presidente, 19 de agosto 2014). 
 
En realidad, el desarrollo propuesto por gobierno y empresas tiene como objetivo la acumulación y concentración de riqueza (sin importar el costo) y como estrategia la anulación (violenta) del debate y la oposición. La imposición genera rechazo y deriva en conflictos intensos.
 
Se denomina desarrollo pero se concreta en:
 
Acumulación y concentración
Implica la búsqueda de ganancias a partir de la explotación en cualquier ámbito o espacio vital (subsuelo, aire, agua, semillas), y la hiperconcentración de beneficios en un grupo reducido de familias (el gobierno del 0.001% de la población, según análisis de Transnacional Institute). 
 
Décadas de inversión extranjera y privilegios (por ejemplo, las exenciones fiscales derivadas de la protección a zonas francas y maquilas) no se han concretado en mejoría de indicadores sociales: desnutrición crónica, muerte materna, violencia y otros, especialmente en zonas cercanas a grandes proyectos de inversión (como Chixoy). 
 
Estado a favor de las empresas: dictadura proempresarial
Se construyen una legalidad e institucionalidad discriminadoras a favor de las empresas: legislación con dedicatorias (Tigo, Monsanto, Trecsa); creación de circunscripciones especiales donde las empresas pueden reducir el salario mínimo; orientación de las políticas de Seguridad y los ministerios de Gobernación y Defensa a la persecución de la resistencia. 
 
Se fortalece un poder autoritario, por ejemplo a través de Estados de Sitio o de la centralización de decisiones para implantar proyectos.
 
Prácticas corporativas: manipulación y violencia
Las empresas utilizan, de forma simultánea, prácticas de convencimiento y cooptación (ofrecimiento de proyectos y beneficios individuales) y acciones depersecución y represión (denuncias a líderes; conformación de guardias privadas…). No son unas u otras, sino la complementariedad de las mismas.
 
Desarrollo sin libertades
Se reducen derechos, sobre todo, el derecho a la consulta y decisión de las comunidades. Esta reducción configura una visión de democracia excluyente y poco participativa.
 
Uso estructural de la fuerza
Numerosos proyectos empresariales ejercen la violencia para imponerse: física, jurídica, institucional, privada, legal o ilegal. La violencia se justifica por la oposición criminal, minoritaria y manipulada (según gobierno, empresarios y medios de comunicación) de las comunidades a proyectos de desarrollo que son de beneficio para todos.

Nueva vida colectiva frente a desarrollo violento

Este modelomercantiliza la vida (todo se convierte en objeto de venta), individualiza las relaciones sociales y contribuye a confomar una institucionalidad política autoritaria (que desconoce leyes y derechos, al tiempo que reprime).

Lo podemos caracterizar como desarrollo violento, en la acepción de violencia como aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia (Diccionario Real Academia Española de la Lengua). Es también violento en sus consecuencias: desplaza, excluye y destruye.
 
Inserto en una dinámica de implantación de un modelo de desarrollo, Monte Olivo no es un caso aislado. Apunta tendencias para una nueva fase de violencia en otros territorios, al tiempo que convoca a la solidaridad: defender formas de resistencia que son nuevos modos de vida antimercantiles y antiautoritarios, construidos desde lo colectivo, para una nueva existencia sin explotación ni violencias.

[i]Ver Contexto en www.cmiguate.org y http://pt.scribd.com/collections/4438684/Monte-Olivo-contra-Hidro-Santa.

 

Gobernación pretende ocupación del Pueblo Q’eqchi’

por Gustavo Illescas (Centro de Medios Independientes)

El pueblo q’eqchi’, que abarca desde el oriente de Ixcán, pasando por las verapaces hasta llegar a Izabal y Petén, es el que mayor conflictos agrarios reporta. El despojo recurrente que desde la colonia viven las comunidades de la región no ha logrado ser resuelto por el Estado. Como consecuencia, las historias de recuperaciones de tierra, ocupaciones de fincas y desalojos violentos son parte de la vida cotidiana de la segregación del pueblo q’eqchi’ en el territorio de Tezulutlán.

El desalojo como señuelo

Para junio de 2014 en la comunidad 9 de febrero había disminuido considerablemente el número de familias q’eqchi’, debido al hostigamiento que la familia Ponce y grupos armados ilegales han ejercido sobre la comunidad desde el 2013. El último hecho violento fue el fallecimiento del joven Víctor Juc Maas a consecuencia del atentado armado que sufrió la comunidad el 7 de abril de 2014.

Era un secreto a voces que la comunidad 9 de febrero quedaban alrededor de 15 familias. En otras palabras, era información que los servicios de inteligencia sabían. ¿Por qué destacar un fuerte contingente policial de aproximadamente mil agentes y escuadrones de antimotines para efectuar el desalojo de pocas familias?

Desde la primera orden de desalojo que fue frustrada a mediados de mayo de 2014, el objetivo es el mismo: ingresar maquinaria a la finca Xalahá Canguinic donde se construirá la hidroeléctrica Santa Rita y ejecutar capturas contra la resistencia de la comunidad de Monte Olivo que desde el año 2008 ha manifestado su rechazo al proyecto hidroeléctrico.

Para llegar a la finca Xalahá Canguinic se pasa forzosamente por la Comunidad de Monte Olivo, ubicada como a 10 kilómetros de distancia a la orilla del camino de terracería. El 14 de agosto de 2014 la Comunidad de Monte Olivo al percatarse que el contingente de la PNC custodiaba maquinaría para iniciar los trabajos de construcción de la hidroeléctrica solicitó dialogar con el jefe del operativo.

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Chapa forzada de una casa en Monte Olivo. Foto: CPR-Urbana.

Para la sorpresa de las familias el operativo estaba diseñado para atacar a Monte Olivo, ya que un grupo irregular de alrededor de 20 personas condujeron a la PNC para realizar allanamientos extrajudiciales en casas de familiares de la figura más visible de la resistencia.

Una señora q’eqchi’ que por temor omite su nombre afirma…

esos están con la ong CEDER, son de por acá, hasta unos de Monte Olivo hay, son los que fueron a la capital a firmar un convenio con el Presidente hace como dos tres semanas”.

De esa cuenta se encuentran detenidas tres señoras, un anciano y un joven, los cuales fueron trasladados hacia Cobán, no sin antes encontrarse con la resistencia de otras comunidades en el entronque de la carretera que conduce a Chisec. Finalmente el desalojo en la 9 de febrero no se efectuó.

¿Quién invade a quién?

Luego de la acción policial del día jueves 14 de agosto, por medio de de la PDH se afirma a la comunidad Monte Olivo que la única acción que se realizaría era el desalojo en la finca Xalaha Canguinic por lo que se acordó liberar el paso en la comunidad Monte Olivo, ya que existía un acuerdo que las fuerzas entrarían y cumplirían la orden judicial y luego se retirarían de la zona.

Sin embargo, en la mañana del 15 de agosto se destacó un contingente 84 policías y 150 soldados en Monte Olivo y ocupó el área verde que queda frente a la escuela de la comunidad. Más de 100 familias q’eqchi’ se vieron obligadas a refugiarse en las montañas aledañas, fueron perseguidas y pasaron mas de 24 horas con poco alimento y abrigo para sobrevivir a la intemperie. Además ingresaron ilegalmente a las casas propiedad de las familias que en ese momento se encontraban refugiadas en la selva. La comunidad de Monte Olivo fue fundada en 1986 y es dueña de su tierra.

En abril de 2012 el ejército también había ocupado ilegalmente la comunidad de Monte Olivo, pero a petición de la población abandonaron el lugar. Hoy la garita de control que en su momento dejó instalado el ejército nuevamente quiso ser utilizada para garantizar el libre tránsito de los intereses que articula la hidroeléctrica Santa Rita.