COP 28: Entrepueblos reivindica afrontar la crisis climática como una cuestión de derechos humanos y justicia social
En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), desde Asociación Entrepueblos, como entidad comprometida con la educación transformadora y la cooperación solidaria, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que la crisis climática se aborde como una cuestión fundamental de derechos humanos y justicia social.
Entrepueblos, con más de treinta años colaborando en la defensa de los derechos de los pueblos y la naturaleza desde una perspectiva feminista, insta a líderes y lideresas mundiales y participantes en la COP 28 a reconocer que la crisis climática no es solo un desafío ambiental, sino también un asunto crítico de derechos humanos y de los territorios. El impacto del cambio climático afecta desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables, exacerbando las desigualdades existentes y comprometiendo los derechos fundamentales en los países del Sur global.
Con motivo de la Cumbre del Clima, urge dar visibilidad a casos que ilustran cómo los desafíos ambientales están profundamente conectados con los abusos de las multinacionales extractivas y la vulneración de los derechos humanos en Latinoamérica. Desde la defensa de los territorios y derechos de las comunidades afroindígenas en Honduras hasta la lucha por obtener justicia en el caso de Berta Cáceres, pasando por la emblemática batalla legal de tres décadas contra Chevron-Texaco en Ecuador, Entrepueblos defiende que la justicia climática es inseparable de la justicia social.
Desde nuestra asociación también ponemos el foco en la situación política y social en Guatemala y en el acoso a entidades sociales y feministas en El Salvador, que evidencia cómo las políticas gubernamentales pueden influir negativamente en la sociedad civil y en el respeto a los derechos fundamentales. Además, la campaña ‘Sí al Yasuní‘ de Ecuador, o la reciente protesta de la población para conseguir parar la extracción de cobre en Panamá, son un ejemplo de resistencia democrática contra el extractivismo y la defensa del medio ambiente ante la cual los gobiernos y organizaciones supranacionales no se pueden poner de lado. Una lucha que están liderando los y las jóvenes en todo el Planeta.
Desde Entrepueblos creemos firmemente que sin la integración de la justicia social y ambiental, la Cumbre del Clima, un año más, se quedará en una mera declaración de intenciones y no cumplirá con su propósito de proteger a las personas y al planeta.
¡No hay tiempo que perder!