Noticias relacionadas con nuestros proyectos de Cooperación en Centroamérica, Ecuador y Perú así como nuestras actividades por toda España y nuestros proyectos de Educación Emancipatoria.

Gracias por tu amistad y tu compromiso incansable, ‘Pato’

Esta noche nos ha dejado nuestro compañero Patricio Realpe, ‘Pato’, con su cámara, su gran corazón y su vitalidad. Fotógrafo incansable, su compromiso le llevó a poner luz en los márgenes, allá donde habitan las y los invisibles, buscando que el mundo se volteara a ver.

‘Pato’, tu ausencia nos deja un poco más huérfanos. Seguiremos caminando, siempre a tu lado.

 *‘Pato’ ha colaborado en mil ocasiones con Entrepueblos, aportando sus conocimientos como fotógrafo y editor gráfico, por ejemplo en los Boletines del Cambio Climático de 2007, una publicación pionera en la defensa de la justicia climática.

Manifiesto #25N ¡Construyamos colectivamente territorios libres de violencias patriarcales!

Desde Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte, este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres y las Niñas, nos sumamos al llamamiento de las organizaciones feministas a nivel internacional que:

  • Visibilizan sus reivindicaciones para un cambio social estructural y apelan al compromiso y a la corresponsabilidad de toda la sociedad para erradicar las violencias machistas.
  • Denuncian la insuficiente acción de los gobiernos y sus políticas públicas en el ámbito de la prevención, acompañamiento, protección y reparación para un abordaje integral feminista de les violencias machistas.

Las violencias machistas (también violencias patriarcales) son la más grave, sistemática e impune vulneración de los Derechos Humanos. La complejidad de las violencias machistas se sostiene en estructuras patriarcales inscritas profundamente en cada persona, pero, sobre todo, en las relaciones comunitarias y en todas sus instituciones, tanto públicas como privadas.

La cultura machista y patriarcal alienta, estimula y consiente el uso de la violencia contra las mujeres, contra sus hijas y sus hijos, y contra las identidades disidentes y personas no binarias, como ejercicio de poder y dominio. Una cultura que legitima y perpetúa esta violencia a partir de diversos sistemas y espacios: incremento de la violencia institucional, la categorización de los cuerpos y las vidas, la subordinación de unos cuerpos y unas vidas sobre otras, la apropiación del cuerpo y la sexualidad femenina, los vínculos amorosos subordinados, la feminización de la pobreza, la imposición de normas estéticas imposibles, los mandatos heteronormativos, los racismos, los clasismos, la normatividad funcional, y tantos otros. Las violencias machistas tienen muchas formas y el impacto en las vidas de quienes la sufren en su propia piel depende, en gran medida, de la garantía de acceso a derechos básicos para su reparación.

De todas las formas de violencia machista, las violencias sexuales son las más prevalentes, las más invisibilizadas y las más naturalizadas. Constituyen un componente central del patriarcado, estando más relacionadas con el ejercicio del poder que con el sexo.

Los movimientos feministas de todo el mundo se han rebelado contra este poder patriarcal, han señalado las causas y las consecuencias de las violencias machistas y han identificado las diversas expresiones en todos los ámbitos en que ocurren (familiar, de la pareja, social o comunitario, laboral, educativo, digital o político). Todas ellas son expresión de un ataque a la libertad del cuerpo y de la vida de las mujeres, y son estructurales del sistema heteropatriarcal, capitalista, militarista, racista y colonial. Las organizaciones feministas han generado una oleada de sororidad para reconocer la voz de las mujeres que denuncian y acompañarlas en sus procesos de recuperación y reparación.

Manifestación contra las Violencias Machistas. Foto: Raquel García/Unplash

En el estado español estamos asistiendo estos días a una avalancha mediática de críticas a la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual (Ley del ‘Solo sí es sí’). Una falsa alarma social en la que no se ha profundizado sobre los contenidos de la ley en relación con la prevención y reparación de las supervivientes de violencias machistas. Es necesario que la sociedad entienda la necesidad de un cambio de paradigma, para centrar los esfuerzos en las mujeres supervivientes de violencia sexual, y que penas de cárcel más altas no responden a la idea de una justicia feminista.

Para salir de estas lógicas necesitamos profundizar acerca del concepto de justicia feminista, fortaleciendo nuestros vínculos y lazos sociales como clave para pensar alternativas posibles. Necesitamos una mirada más integral sobre la autonomía de las mujeres, incorporando la autonomía reproductiva, la autonomía subjetiva y la inviolabilidad de su cuerpo como entramados indisolubles.

EXIGIMOS políticas de prevención y reparación, las cuales tienen que estar suficientemente dotadas de recursos económicos y requieren de la máxima colaboración y cooperación interinstitucional e intersectorial.

EXIGIMOS la garantía de todos los derechos que se ven vulnerados con las violencias sexuales: desde el derecho a la seguridad al derecho a la integridad física y psicológica, pasando por el derecho a la salud y el derecho a la educación.

Campaña de Demus Perú por el 25 de noviembre 2022.

Campaña de Demus Perú por el 25 de noviembre 2022.

 

En Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte manifestamos nuestro compromiso desde una perspectiva de cooperación feminista internacionalista:

  1. DENUNCIAMOS, como una de las consecuencias de las violencias patriarcales, la criminalización de mujeres defensoras de derechos humanos en Abya Yala. La criminalización es consecuencia del avance del neoliberalismo, del desarrollo capitalista voraz, de los gobiernos corruptos, autoritarios y conservadores de sus países, del desempeño de las empresas del norte global que allí operan, con la complicidad de sus países de origen, así como de las violencias estructurales racistas y misóginas que siguen imperando. Los feminicidios territoriales, la violencia sexual, la estigmatización y la criminalización son múltiples, orquestadas desde gobiernos y sistemas policiales y parapoliciales, en connivencia con campañas de medios de comunicación, al servicio de empresas extractivistas y gobiernos, que gozan de total impunidad, dificultando el acceso a la justicia de las mujeres defensoras, quienes ponen sus cuerpos y exponen sus vidas por la defensa de los bienes comunes.
  2. APOYAMOS redes de solidaridad internacional feminista que permitan sostener, visibilizar y abrazar las luchas de nuestras compañeras del Abya Yala contra las violencias patriarcales y la criminalización de las defensoras de derechos humanos.
  3. DENUNCIAMOS que la frontera es el método decisivo para convertir la fuerza de trabajo en mercancía. Lo que quiere verdaderamente el mercado son personas con capacidad de producción asustada y clandestina, y la Ley de Extranjería promueve esa situación de miedo y de clandestinidad, al servicio de la agricultura, la industria o el trabajo del hogar y los cuidados.Las trabajadoras migradas en el campo sufren explotación laboral, cargada de estereotipos racistas y machistas, llegando en ocasiones a los abusos sexuales (recientemente denunciadas en la región de Murcia, o durante la recogida de la fresa de Huelva). Se les exigen favores sexuales a cambio de no perder su puesto de trabajo. Así las trabajadoras más pobres, racializadas y con hijos e hijas en sus países de origen, soportan, además de condiciones de vida infrahumanas (infravivienda, hacinamiento, falta de agua, luz,…) acoso sexual, que les impide el acceso a los mínimos derechos humanos para el desarrollo de sus vidas en nuestra sociedad.
  4. APOYAMOS a las organizaciones de mujeres migradas y refugiadas en sus reivindicaciones por la regularización de las personas migrantes, por la derogación de la Ley de Extranjería y contra las políticas migratorias en las fronteras que ejercen una gran violencia sobre las mujeres migradas y refugiadas, subordinando sus vidas al patriarcado.
  5. DENUNCIAMOS la precariedad y exclusión social, que no contribuyen a la erradicación de las violencias machistas. En situaciones de vulnerabilidad, las violencias machistas tienen un impacto tremendo sobre las mujeres, ya que no poseen la autonomía económica que les permita poder salir de la situación de violencia. Por otro lado, sobrevivir a situaciones de violencia machistas es uno de los factores que pueden llevar a las mujeres a situaciones de pobreza y exclusión social.El riesgo de exclusión social en España es muy superior a los países de su entorno. Además, hay que tener en cuenta el impacto de la pandemia COVID 19, que desplomó la actividad económica durante 2020 y parte de 2021. El sinhogarismo, generado por causas económicas, políticas y sociales, dificulta a las personas el acceso a derechos básicos como la vivienda o el empleo, y afecta cada vez más a las mujeres.Según cifras de la Organización de Naciones Unidas, el 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres. Es alarmante ver que una de cada cinco niñas en el mundo sufre de pobreza extrema. Es decir, está por debajo del umbral de pobreza.
  6. EXIGIMOS políticas públicas que pongan la vida en el centro, contra la pobreza y la exclusión social, con una asignación presupuestaria que garantice una vida digna para las mujeres.
  7. APOYAMOS las redes de acompañamiento comunitario y apoyo mutuo para mujeres en situaciones de vulnerabilidad y de violencias machistas.
  8. DENUNCIAMOS los asesinatos y persecución de las mujeres en Irán. El asesinato de la joven Mahsa Amini, detenida el pasado 13 de septiembre en Teherán por la denominada policía de la “moral” iraní al no llevar correctamente puesto el hiyab, ha desatado una ola de protestas en Irán. Las mujeres y los jóvenes han desafiado al régimen y su política restrictiva y patriarcal. El uso del velo está en el centro de los debates, pero el régimen iraní tiene muchos otros asuntos que pueden minar su supervivencia.Este tipo de persecuciones y discriminaciones hacia las mujeres constituyen una grave violación a los derechos humanos, que en ocasiones las obligan a escapar de sus países de origen y convertirse en refugiadas.
  9. EXIGIMOS garantizar los derechos de la Ley de Asilo de España, norma reguladora del derecho de asilo y protección subsidiaria, que señala explícitamente que la persecución por motivos de género está reconocida como causa de asilo. La equidad de género es un derecho humano fundamental que debe garantizarse en cualquier lugar del mundo.

En este 25 de noviembre las resistencias feministas se expresan en todo el mundo y están más vivas que nunca. Queremos sentir especial cercanía con las gentes de Centroamérica, Palestina, Ucrania, Irán, Rojava, Afganistán,… Sentimos los latidos de las mujeres que defienden la vida y la libertad en todo el mundo porque son también nuestros latidos. 

 

Cruïlles de Vida: Buscamos alternativas feministas, de justicia climática y de educación ante las crisis superpuestas.

Desde Entrepueblos y el Observatorio DESC a través de este proyecto de “Cruïlles de Vida” queremos ofrecer alternativas políticas, sociales, ecologistas y feministas a las cuatro vertientes más importantes de las crisis superpuestas: la crisis social, la crisis económica, la crisis de las curas y la emergencia climática.

Pero… ¿Qué entendemos por crisis superpuestas?

Hace tiempo que hablamos de un contexto de crisis global que enmarca las relaciones Norte Global-Sur Global y que ahora está marcado por la crisis sanitaria y la crisis de curas.

La crisis sanitaria ha agraviado la crisis global, con este contexto actual se ha acentuado la crisis de curas, a la vez que ha visibilizado su esencialidad con dos regiones, acentuando el ascenso de un movimiento feminista-tanto en América Latina, como casa nuestra-, con creciente influencia social y política.

Además, la emergencia climática y ecológica tiene efectos diferenciados Norte-Sur basados en lógicas extractivistas, de dominación, explotación y desposesión de bienes naturales. Esta realidad y asimetría se tiene que ver y afrontar dentro de un sistema capitalista, patriarcal, racista y extractivista.

¡Por eso, Globalizamos alternativas feministas y climáticas!

Queremos promover una ciudadanía consciente, informada, crítica, movilizada y responsable, local e internacionalmente ante las crisis superpuestas y las vertientes, desde una perspectiva ecologista, feminista, de justicia social y defensa de los DDHH.

Queremos generar herramientas y espacios de reflexión, intercambio y acción en red de la ciudadanía organizada en Cataluña, conectada con el Sur Global, para fortalecer la resiliencia social, incidir en la coherencia de las políticas públicas y construir alternativas en tiempos de crisis.

A través de este enlace podrás entrar a la web de “Cruïlla de Vides” y conocer el proyecto desde dentro, además de recursos interesantes.

 

Por una ley que exija obligaciones extraterritoriales a las grandes empresas

Por qué la diligencia debida no va a servir para acabar con la impunidad de las violaciones de los derechos humanos cometidas por las transnacionales españolas

En las últimas décadas, la regulación de los impactos de las actividades de las empresas transnacionales sobre los derechos humanos y el planeta ha sido una cuestión central en la agenda de numerosas organizaciones indígenas, campesinas, sociales, ecologistas, sindicales y de cooperación en todo el mundo. El avanzar en el establecimiento de mecanismos para controlar y castigar los abusos cometidos por las grandes corporaciones, impedir la impunidad y evitar su repetición se ha convertido en uno de los grandes desafíos actuales para la humanidad.

Desde el discurso de Salvador Allende en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 4 de diciembre de 1972, en el que denunció el poder de las corporaciones transnacionales, hasta el instrumento internacional jurídicamente vinculante, sobre el que se viene debatiendo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU desde que en 2014 se aprobara la resolución 26/9, o la propuesta de directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, publicada por la Comisión Europea en 2022, pasando por las diferentes iniciativas legislativas que se han llevado a cabo en Francia, Suiza y Catalunya, en los últimos años se han presentado diferentes desarrollos normativos con el objetivo declarado de controlar las actividades de las empresas más allá de las fronteras del país de origen.

Estos procesos pueden servir de guía para definir los ejes en los que podría basarse una regulación eficaz, además de ilustrar las barreras que se interponen desde los estados y las grandes compañías a la creación de un marco normativo que garantice los derechos humanos y frene la crisis socioecológica.

En el caso español, a la vez que se ha venido desarrollando un sistema de apoyos y subvenciones a la internacionalización de la empresa, así como de incentivos y reconocimiento de las “buenas prácticas” empresariales, hasta la fecha no se han llegado a contemplar mecanismos efectivos de evaluación y seguimiento para poner fin a los incumplimientos relativos al derecho internacional de los derechos humanos. El Plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos, publicado en 2017, incluyó una serie de promesas, acciones y códigos de autorregulación y, sin embargo, no han cesado las graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos cometidas por empresas españolas.

Hasta la fecha, en España nunca se ha contemplado el ampliar las obligaciones extraterritoriales desde la empresa matriz a sus filiales, proveedores y subcontratas en otros países; asumir la noción de interdependencia e indivisibilidad de las normas aplicables en materia de derechos humanos; obligar al cumplimiento directo por parte de las transnacionales del ordenamiento internacional; o incluir la responsabilidad penal de las personas jurídicas y la doble imputación de empresas y directivos.

Los desarrollos normativos más recientes, incluyendo el anteproyecto de ley español que se ha elaborado durante 2022, se articulan en torno a la noción de diligencia debida. Este es un concepto que se encuadra en el marco de la voluntariedad y la autorregulación empresarial, que ya se recogía en los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobados en 2011. Valga recordar que los Principios Rectores, como puede leerse en su preámbulo, “no implican la creación de nuevas obligaciones de derecho internacional, sino precisar las implicaciones de las normas y métodos actuales para los Estados y las empresas”.

Uno de los grandes obstáculos para erradicar las violaciones a los derechos humanos cometidas por las empresas transnacionales consiste, precisamente, en que no se apuesta por la creación de nuevas normas obligatorias a nivel nacional e internacional que permitan determinar y sancionar por responsabilidad directa de las empresas matrices la vulneración de derechos humanos de cualquiera de las firmas de su cadena de valor.

A nivel global no existen instrumentos jurídicos efectivos para controlar los impactos sociales, económicos, laborales, ambientales y culturales de las actividades económicas de tipo transnacional. Las obligaciones de las grandes corporaciones en materia de derechos humanos se remiten a unos ordenamientos nacionales que son papel mojado porque han sido desregulados y flexibilizados y que, en líneas generales, cuentan con estructuras judiciales y administrativas incapaces de hacer valer las disposiciones jurídicas con las que puedan llegar a contar.

Aunque con la regulación vía diligencia debida pueda avanzarse en la creación de normas vinculantes, estas no están relacionadas con el cumplimiento del derecho internacional de los derechos humanos, sino que se vinculan a la elaboración, revisión y actualización de los planes empresariales sobre los riesgos de sus actividades relativos a los derechos humanos. Unos planes que serán realizados de manera unilateral por las grandes compañías, con base a las directrices que quedarán establecidas en la norma.

El aumento de las violaciones de derechos humanos en las últimas décadas ha demostrado que la manifiesta fragilidad del derecho internacional de los derechos humanos ha impedido que sirva como contrapeso frente a la fortaleza del derecho corporativo global. Más aún, si se abandona cualquier posibilidad de avanzar efectivamente por esa vía, cuya máxima expresión actual es el tratado sobre derechos humanos y empresas sobre el que se lleva debatiendo en la ONU desde hace ocho años.

Por lo tanto, es imprescindible crear un marco jurídico propio en España con el fin de regular a las empresas transnacionales y garantizar que cumplan con los derechos humanos, teniendo estos preeminencia sobre sus intereses económicos privados. El efecto horizontal del derecho internacional de los derechos humanos habilita para que los Estados adopten normas sustantivas que establezcan obligaciones directas, concretas y diferenciadas para las empresas en materia de derechos humanos y sanciones derivadas del incumplimiento de las mismas. Asimismo, se entiende por derechos humanos todos aquellos reconocidos en instrumentos jurídicos internacionales tomando en cuenta su naturaleza universal, indivisible, interrelacionada e interdependiente.

En un contexto internacional de guerra y crisis energética, emergencia climática y socioecológica, ofensiva capitalista y aumento de desigualdades, las propuestas de regulación basadas únicamente en la diligencia debida corren el riesgo de operar como la cara amable del rescate de las grandes corporaciones por parte de los estados centrales europeos. Mientras se inyectan miles de millones de dinero público a las grandes empresas y bancos vía fondos europeos, compras de deuda, rescates de organismos públicos estatales, contratación pública, etc., no hay ninguna obligación ni requisito socioambiental efectivos para estas mismas compañías. Al contrario, se están aprobando leyes y medidas en favor de las grandes corporaciones. La diligencia debida, en esta coyuntura, viene a jugar el papel de servir como aparente contrapeso, cuando en realidad refuerza la falta de controles reales sobre el capital transnacional. No es de extrañar que grandes empresas como Microsoft, Unilever, Primark y Nestlé estén pidiendo impulsarla.

Creemos que una ley basada exclusivamente en la diligencia debida podría agravar la asimetría entre las normativas económicas y comerciales imperativas e inamovibles, por un lado, y las normas de derechos humanos y ambientales blandas e incumplidas, por el otro. Inclusive, eso reforzaría un sistema de normas jurídicas basadas en el autocontrol y la autoevaluación muy acorde con los intereses del poder económico y financiero.

Por todo ello, a la vista del texto del anteproyecto de “ley sobre la protección de los derechos humanos, la sostenibilidad y la diligencia debida en las actividades empresariales transnacionales”, gestado desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y de cara al rumbo que esta iniciativa pueda tomar en los próximos tiempos, las organizaciones abajo firmantes queremos manifestar nuestro desacuerdo con el mismo.

Con esta propuesta, en lugar de aumentar las inspecciones y controles públicos, continúa la lógica de las auditorías privadas a partir de una idea genérica de “respetar los derechos humanos”, sin tener en cuenta las cuestiones relativas a la responsabilidad legal ante el incumplimiento del ordenamiento internacional por parte de las grandes empresas.

A lo largo del proceso de elaboración del anteproyecto de ley, un conjunto diverso de actores de la sociedad civil ha hecho múltiples aportaciones, además de incorporar en la documentación de la consulta pública realizada en febrero de 2022, el texto de la proposición de ley1 que se elaboró conjuntamente con el grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos entre 2017 y 2019. Consideramos que esa propuesta, que recoge un amplio consenso de organizaciones sociales, ecologistas y sindicales, ONG y partidos progresistas sobre lo que debería ser una normativa estatal de empresas y derechos humanos, sería un punto de partida razonable para comenzar este proceso. Sin embargo ese texto, que recoge el acumulado de buena parte de las luchas y resistencias contra el poder corporativo en las que hemos venido participando desde hace dos décadas, ha sido desestimado.

Como hemos demandado durante años en campañas y movilizaciones, creemos que lo más adecuado sería una ley marco que definiera las obligaciones directas, concretas y diferenciadas para las empresas transnacionales y que exigiera su responsabilidad (penal, civil, administrativa) por la violación de las mismas en sus actuaciones en terceros países; que incluyera responsabilidad solidaria de las multinacionales por las actividades de sus filiales, proveedoras y subcontratistas; y, por supuesto, que estableciera los mecanismos efectivos para la reparación de los daños sufridos por las víctimas y un centro de empresas que sustituya las auditorías privadas por la investigación público-social.

Si quiere proteger a las víctimas de las viola­ciones de derechos humanos cometidas por las empresas transnacionales, el Estado español debe codificar sus obligaciones extraterritoriales al respecto. Seguramente podría incluir los planes de riesgos como un elemento adicional a otra serie de obligaciones extraterritoriales combinadas con mecanismos de evaluación y seguimiento, pero el caso es que en la actual propuesta se parte de los planes de riesgos de diligencia debida como único elemento vertebrador.

En definitiva, el anteproyecto de ley sobre empresas y derechos humanos que el gobierno español prevé presentar este año tendría que sustituir la centralidad de la diligencia debida por propuestas claras y precisas que aborden el control de las prácticas internacionales de las empresas transnacionales españolas.

Las propuestas de un Centro catalán sobre empresas y derechos humanos, respaldado por numerosas organizaciones de la sociedad civil y cuya puesta en marcha se está tramitando actualmente en el Parlament de Catalunya, o el Centro vasco sobre empresas transnacionales, presentado recientemente con una fuerte componente sindical, aparecen como dos referentes fundamentales a la hora de coordinar esfuerzos en la lucha contra los abusos del poder corporativo, y pueden servir de ejemplo para avanzar en la elaboración de un marco normativo que establezca obligaciones concretas, genere mecanismos efectivos para la evaluación y prevea sanciones. Asimismo representan la voluntad política de construir alianzas público-sociales.

Romper con la asimetría normativa y acabar con la impunidad de las empresas transnacionales requiere que las normas relacionadas con empresas y derechos humanos tengan, como mínimo, la misma fortaleza en cuanto a exigibilidad y justiciabilidad que las garantías y protecciones de la “libertad de empresa en el marco de la economía de mercado”. Además, habría de reafirmarse la primacía de las normas de derechos humanos sobre las reglas de comercio e inversión, a la vez que los derechos sociales, laborales y ambientales deben dejar de ser considerados como “desventajas competitivas”.

Y el corazón de esta disputa no se encuentra en la técnica jurídica, sino en la voluntad política.

Alianza por la Justicia Global

Primeros firmantes:

  1. Amigos de la Tierra
  2. Asociación Jorge Adolfo Freytter Romero (AJAFR)
  3. ASPA – Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz
  4. Attac España
  5. Basoa – Casa de las Defensoras. Defendatzaileen etxea
  6. Brigadas Internacionales de Paz (PBI) – Estado español
  7. Centro de Documentación y Solidaridad con América Latina y África (CEDSALA)
  8. Centro Humanista de las Culturas
  9. CGT Confederación General del Trabajo
  10. Colectivo Sur Cacarica
  11. CooperAcció
  12. Coordinación Valenciana de Solidaridad con Colombia
  13. Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG)
  14. Coordinadora de Vivienda de Madrid
  15. Ecologistas en Acción
  16. ELA Euskal Sindikatua
  17. Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte
  18. ESK Sindikatua
  19. Fundación APY
  20. Grupo catalán de Empresa y Derechos Humanos que forman Lafede.cat – Organitzacions per a la Justícia Global y la Taula Catalana per la Pau i els Drets Humans a Colòmbia
  21. Humanistas por la Renta Básica Universal
  22. ICID – Iniciativas de Cooperación Internacional para el Desarrollo
  23. LAB Sindikatua
  24. MPP – Asociación Mesa Poética por la Paz
  25. Mugarik Gabe
  26. NOVACT
  27. Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG)
  28. Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad
  29. Observatorio DESC
  30. Ongi etorri Errefuxiatuak Bizkaia
  31. Permacultura ATTA
  32. Plataforma Euskal Herriak Kapitalari Planto
  33. Solidaridad Internacional Andalucía
  34. STEILAS Sindikatua
  35. SUDS – Associació Internacional de Solidaritat i Cooperació

Encuentro de Redes Sociocomunitarias de Mujeres en Cusco

Por el Buen Vivir Colectivo desde nuestros Feminismos Comunitarios

04-06 de octubre de 2022

Ante un contexto de crisis política y ambiental, inflación, avance del discurso fundamentalista y de la economía neoliberal, cerca de sesenta mujeres procedentes de la Red de Mujeres de Carabayllo (Lima), Red kuskalla (Acomayo), Mujeres Integrantes del COREMUJ (Cusco), Jóvenes de la Declaratoria de la Juventud – Lago Titikaka (Puno), Asociación de Mujeres Defensoras del Territorio y Cultura K’ana (Espinar) así como mujeres de los equipos de DEMUS, KALLPA y Entrepueblos, participaron del 04 al 06 de octubre en el Encuentro de Redes Sociocomunitarias de Mujeres – Por el Buen Vivir Colectivo desde nuestros Feminismos Comunitarios. Este espacio fue organizado por la Asociación KALLPA, en el marco del Convenio AECID: Por el derecho de las mujeres, adolescentes y niñas a una vida libre de violencias, en las regiones de Cusco y Lima, y dentro de la campaña nacional Vivir Sin Miedo.

El objetivo de este encuentro fue el de compartir y conectar entre mujeres sus reflexiones y luchas por una vida libre de violencias desde las practicas vivenciales del Sur Andino. Este espacio fue facilitado por La activista de los derechos de las mujeres y líder indígena del territorio Iximulew (denominado Guatemala tras la colonización), Lolita Chávez.

En el primer día del encuentro, Lolita Chávez estuvo compartiendo sus experiencias del Buen Vivir colectivo en las comunidades originarias y promoviendo diversas reflexiones sobre la política, cultura y economía, así como las diversas violencias que atraviesan tanto a los territorios como a los cuerpos de las mujeres.

Diversas mujeres han denunciado el hostigamiento y las violaciones de derechos humanos que sufren en sus territorios por parte de las empresas mineras, encontrando muchas dificultades para poder aplicar los mecanismos de denuncia judicial.

Se ha denunciado que la actividad minera ocasiona daños irreparables en los suelos, agua, aire y en la comunidad. Debido a ello, ya no pueden producir en sus tierras y no tienen acceso a agua potable, por lo que dependen de un camión que la trae cada quince días. Los animales beben agua contaminada provocando que muchos expulsan los fetos y en aquellos que logran nacer, muchos lo hacen con malformaciones. Igualmente, se ha denunciado que en sus comunidades hay diversas personas con enfermedades respiratorias y con cánceres debido a la exposición a metales pesados, que incluso está afectando a los embarazos de las mujeres y a la salud temprana de niñas y niños. Este cuadro se agrava con las dificultades que sufren para acceder a los servicios de salud.

También, se ha denunciado el asesinato del exalcalde de Espinar, Oscar Mollohuanca Cruz, cuyo cadáver fue encontrado el día 07 de marzo de 2022. Oscar Mollohuanca fue un gran defensor de los Derechos Humanos y Ambientales1. Una de las activistas presentes en el encuentro también denunció que sufre un continuo hostigamiento y amenazas de muerte.

Sin duda, fue una jornada llena de dolor, rabia y también de sanación. Lolita Chávez en todo momento supo conducir estas denuncias hacia un diálogo de sanación, cuidado y justicia cósmica mediante el acuerpamiento del feminismo comunitario. Así, las mujeres experimentaron que pese a las múltiples violaciones que sufren, no están solas y que sus luchas son las de todas.

En el segundo día del encuentro se viajó hacia el territorio acomaino, con el objetivo de promover el Intercambio de experiencias de la Red de Carabayllo (Lima) y de la Red Kuskalla (Acomaio).

Las mujeres acomainas compartieron su cultura y alimentos, demostrando que la lógica del feminismo comunitario es la del compartir. Tras ello, Lolita promovió una inmersión mística de agradecimiento al Sol, a la Luna, a los Cerros y al Agua. También realizó una limpieza energética con ruda, romero y agua florida, invitando al acuerpamiento y al sentir de los cuerpos de las mujeres.

Después de este momento tan simbólico, se compartió un espacio de diálogo y reflexiones a partir de las experiencias de cada red sobre la Genealogía Ancestral del Feminismo Comunitario. Este proceso generó un ambiente de tal confianza entre las mujeres que permitió dialogar sobre los abusos, violaciones y embarazos no deseados que han sufrido a lo largo de sus vidas. Incluso se trató del placer femenino, algo desconocido para algunas de ellas, consiguiendo estimularlas a profundizar en el conocimiento de sus cuerpos sin que la edad sea una barrera para ello.

El tercer y último día de encuentro estuvo marcado por la visita e intercambio con las mujeres de tejido ancestral comunitario en Chincheros. Tuvimos la oportunidad de conocer de cerca sus milenarios métodos de producción textil de carácter ecológico. Cabe resaltar que muchas de ellas fueron protagonistas del libro “Ellas, Tejiendo Historias desde el Hilo Rojo” promovido en el marco del Convenio.

Se cierra este encuentro con la satisfacción de haber alcanzado su objetivo, vivenciando que, ante tanta injusticia, las mujeres se organizan para romper con la cadena de la impunidad y de la violación de los derechos humanos, asumiendo sus heridas y sanando dentro del acuerpamiento feminista, ya que VIVIR SIN MIEDO ES NUESTRO DERECHO.

PRYSCILA MARQUES RANGEL -Cooperante Entrepueblos en Perú.

 

Más de 150 organizaciones y colectivos denuncian las muertes en la frontera ante el Parlamento Europeo

Desde Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte nos unimos el pasado 30 de septiembre al 1 de octubre a la Marcha a Bruselas, donde más de 150 colectivos y organizaciones de Europa e Internacionales (entre ellos Caravana Abriendo Fronteras, Madres de Desaparecidos, Marcha Mundial de Mujeres, Tribunal Permanente de los Pueblos, Regularización ya, Abolish Frontex, Via Campesina y otros tantos movimientos sociales) hemos denunciado la responsabilidad de los gobiernos europeos en las muertes y desapariciones de las personas que deciden emigrar.

Durante estos días hemos participado en la Cumbre de los Pueblos, donde pudimos abordar a través de diferentes talleres temas como la militarización de la frontera, analizando el presupuesto europeo, así como las cifras muy llamativas de crecimiento de subvenciones para la investigación de la inteligencia en el armamento y el control de fronteras, que pasa de 600 millones a 8.000 millones en el próximo año, una cifra que se multiplica exponencialmente.

También se ha hablado de externalización de la frontera y como las armas pueden circular de un país a otro dentro de la Unión Europea sin ningún salvoconducto, exportando armamento a las fronteras desde Europa y a los países en conflictos bélicos…

Desde los colectivos y organizaciones participantes hemos llegado a la conclusión de la necesidad de una decisión política radical frente a este crecimiento de la militarización y del control del movimiento migratorio. También reforzar las alianzas y convergencia de organización y una estrategia con los medios de comunicación.

La participación de la Marcha Mundial de Mujeres ha sido una gran aportación, por lo que significa, no solo en cómo las mujeres nos vemos afectadas en la política de fronteras y en el tránsito, sino también en la explotación laboral y el sufrimiento de los hijos desaparecidos. También se ha denunciado los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y las políticas capitalistas que usan esta mano de obra como esclavizada y hace una falsa competencia con la población trabajadora. Esto refuerza el capitalismo, la xenofobia y racismo en nuestros países.

En estos días, el Tribunal Permanente de los Pueblos, para reforzar estas alianzas vuelve a lanzar el “Pacto Global de Solidaridad por los Derechos los Migrantes y Refugiados”, suscrito en Berlín en octubre de 2005. También se puso de manifiesto que se va a trabajar en una nueva cumbre que se celebrará en Túnez en los próximos años donde estaremos en alianza con todas las organizaciones del Magreb para reforzar esta lucha.

Antes del cierre, el día 1 de octubre, hubo una manifestación para expresar todas nuestras reivindicaciones ante la Eurocámara de Bruselas al grito de Rights, No Deaths! (Derechos. No más muertes por migrar)

Puedes descargar la Declaración del Pacto Global de Solidaridad por los Derechos de los Migrantes y Refugiados a través de este enlace

A través de este formulario puedes firmar vuestra adhesión

#28S (2022) ACCIÓN GLOBAL POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO (POSICIONAMIENTO/COMUNICADO)

#28S (2022) ACCIÓN GLOBAL POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO
(POSICIONAMIENTO/COMUNICADO)

Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte nos sumamos este 28 de septiembre a las acciones convocadas por las organizaciones feministas que en todo el mundo celebran de forma reivindicativa el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe.

La decisión de declarar el 28 de septiembre como una jornada reivindicativa y de movilizaciones en las calles, se tomó en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en San Bernardo, Argentina del 18 al 24 de noviembre de 1990 en el Taller sobre Aborto, considerando que las complicaciones por el aborto inseguro y clandestino era y sigue siendo, la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región

Es por todo ello que nos sentimos comprometidas desde nuestros valores internacionalistas, con todas las organizaciones feministas y el resto de las organizaciones de la sociedad civil que luchan por la despenalización total del aborto, el disfrute pleno de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los derechos humanos y la justicia global.

En la actualidad, en la mayor parte de países de África y de América Latina, el aborto está totalmente prohibido. Recordamos la represión, criminalización y encarcelamiento de mujeres en El Salvador, y las luchas y solidaridad para la liberación de 62 mujeres condenadas a penas de hasta 40 años , y celebramos que 17 de estas mujeres hayan conseguido su libertad en este mismo año. En algunos países de Asia está severamente restringido e incluso cuando es legal, las mujeres tienen que sufrir costes elevados y la inaccesibilidad de la atención adecuada al aborto. En varios países de Europa (seis países europeos mantienen leyes de aborto muy restrictivas y no permiten el aborto a petición o por motivos sociales amplios), y cada vez más en los Estados Unidos, las mujeres se enfrentan a feroces ataques de los grupos fundamentalistas religiosos y de derechas que desean reducir su libertad sexual y reproductiva, imponiendo restricciones legales y financieras, un mayor estigma y discriminación y obstaculizando todavía más el acceso de las mujeres a abortar.

Este 28 de septiembre . Todo nuestro reconocimiento al trabajo que durante años han impulsado las organizaciones feministas de América Latina, que ha permitido que el aborto se convirtiera en ley En Argentina, e ir ampliando el pequeño grupo de países de la región conformado por Argentina, Uruguay, Cuba, Guyana, Guayana Francesa, Puerto Rico y algunas zonas de México, donde se permite en la actualidad que las mujeres soliciten un aborto legal sin importar la causal del embarazo.

¿Qué podemos decir sobre el derecho a abortar en el Estado Español?
Este pasado mes de agosto el Consejo de Ministros dio luz  a la nueva ley del aborto  que es una modificación de la norma de 2010. No la derogará, solo modifica algunos aspectos y ambas convivirán en el marco legislativo. ¿Qué avances supone y que reivindicaciones feministas siguen pendientes? 1) Aporta la interrupción voluntaria del embarazo sin permiso paterno a menores a partir de los 16 años. 2) Supone la eliminación del plazo de reflexión de “al menos tres días” para las mujeres que deciden abortar.  3) Aunque se incluye que se garantizará la interrupción voluntaria del embarazo en todos los servicios públicos se resida donde resida, y de no ser posible en los servicios de salud [los públicos], se gestionará de forma que el derecho quede garantizado, se ejerza en un hospital público o en un centro o clínica acreditada (quedaría igual, tal como lo recoge, la Ley del Aborto de 2010). Para garantizar el servicio del sistema público, esta propuesta de Igualdad recoge un registro de objetores de conciencia que se pondrá en marcha en cada autonomía. En relación con la Objeción de Conciencia, hay profesionales que directamente se oponen por razones morales, pero también es evidente, que sigue siendo una práctica estigmatizada y no normalizada sobre la que no se habla y no se forma a profesionales, no da prestigio ni suma en la carrera profesional. 4) El mantenimiento de los plazos, es decir, que el aborto es libre hasta la semana 14 de gestación. A partir de ahí y hasta la semana 21, podrá realizarse lo que se conoce como un aborto terapéutico, es decir, una interrupción por causas médicas como malformación del feto o peligro para la vida de la madre. Las organizaciones de defensa de derechos sexuales y reproductivos siguen reivindicando la despenalización de los abortos a partir de la semana 22, cuando existen malformaciones fetales. El texto de la nueva ley, aprobada en el Consejo de ministros, no modifica este aspecto y deja a las gestantes en manos de un comité ético.
5) En este nuevo texto de la ley no queda garantizado, en los servicios de salud públicos, el derecho al aborto para las mujeres migrantes que no pueden acceder a una sanidad pública, universal y de calidad por procesos burocráticos de regularización.
6) Otra asignatura pendiente invertir los recursos necesarios para implementar la educación sexual integral obligatoria, el acceso universal a los anticonceptivos

#28S ACCIÓN GLOBAL POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO 

Denunciamos que miles de mujeres y personas con capacidad de gestar siguen muriendo en el mundo por abortos clandestinos. ¡Miles de mujeres abortan cada año, dentro y fuera de la legalidad!
Mostramos nuestra solidaridad con todas y cada una de las mujeres represaliadas, criminalizadas y estigmatizadas por defender el derecho de las mujeres al aborto.
Denunciamos la ofensiva retrógrada, machista y patriarcal, de alcance internacional, de injerencia sobre la vida y los cuerpos de las mujeres y que están suponiendo retrocesos y amenazas alarmantes. Los últimos años hemos vivido un aumento exponencial en los esfuerzos para restringir los derechos de las mujeres y de las personas LGTBIQ+. Detrás de los ataques, hay desde grupos antigénero hasta gobiernos conservadores, pasando por partidos de extrema derecha.  Nos sumamos a la reivindicación de erradicar cualquier colaboración con cualquier gobierno del mundo, instituciones, grupos y movimientos fundamentalistas, entre ellos la Iglesia Católica, y otras confesiones, que no garantice este derecho a su ciudadanía

Apoyamos las reivindicaciones de los colectivos feministas y de derechos humanos, que incluyen la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) como parte de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas con capacidad gestante, y defienden su consideración como derechos humanos y de salud pública:

• Aborto libre, gratuito, seguro y dentro del sistema público de salud para todas las mujeres, sin excepciones.
• Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para abortar y aborto libre, gratuito, universal y seguro para no morir.
• Ni un paso atrás, ningún retroceso en el reconocimiento de la autodeterminación del cuerpo de las mujeres.

Os invitamos a participar activamente en las acciones convocadas por las organizaciones feministas en vuestros territorios

Marcha a Bruselas: ¡Derechos! ¡No muertes!

Más de veintiocho mil personas han fallecido desde 2014, intentando llegar a Europa o en sus fronteras internas, cuarenta y nueve mil desde 1993. Vienen desde África, Asia y Oriente Medio y mueren especialmente en el Mediterráneo y en el Atlántico; y también en los Balcanes, en los Alpes, en el Canal de la Mancha, en el río Bidasoa al pie de los Pirineos y en otros espacios fronterizos.

Con este contexto, desde Entrepueblos nos sumamos a la campaña “Rights. No deaths” (Derechos. No más muertes por migrar), una iniciativa de diferentes colectivos y organizaciones de Europa para denunciar la responsabilidad de los gobiernos europeos en las muertes y desapariciones de las personas que deciden emigrar.

Queremos alternativas y despertar la conciencia europea, por eso marcharemos los próximos días 30 de septiembre y 1 de octubre 2022 a Bruselas. Con el lema Rights. No deaths (Derechos. No más muertes por migrar) y el día 1 de octubre diferentes organizaciones, colectivos y personas han convocado una concentración que tendrá lugar frente al Parlamento Europeo para demandar el cumplimiento del derecho internacional de los derechos humanos en las fronteras y la regularización administrativa de las personas que viven y trabajan en Europa.

Descargue el dosier de prensa a través de este enlace

Además, participaremos en la “Cumbre de los pueblos sobre migración” (en articulación de la Marcha a Bruselas) un espacio de intercambios estratégicos entre diversos movimientos y organizaciones comprometidos con los derechos de los exiliados a nivel local e internacional, con el fin de fortalecer o construir colectivamente propuestas concretas de incidencia y movilizaciones a nivel transnacional.

Inscripciones a través de este enlace

Descarga el programa aquí

Vivienda Ciudad Meridiana: La autoorganización vecinal y las luchas única vía para garantizar los derechos

La grave problemática estructural vinculada al acceso a una vivienda digna y la crisis social y económica agraviada por la Covid-19 continúan arrasando con las condiciones de vida de la clase trabajadora en todo el territorio. Estas condiciones se agravian en barrios empobrecidos e históricamente dejados de banda por las administraciones, como es el caso de Ciudad Meridiana.

Además de las ejecuciones hipotecarias y las enormes dificultades para pagar los elevados precios de alquiler, la administración no ofrece tampoco soluciones a aquellas personas que optan por la ocupación de viviendas en desuso para alcanzarse de un derecho básico que no se los está garantizando. En este contexto, clama al cielo como la moratoria de desahucios, a la práctica no se esté cumpliendo, abocando a aquellas familias que ya tienen una situación difícil a una situación todavía peor.

Por este motivo, desde la FAVB y Entrepobles, en relación fluida con la AVV de Ciudad Meridiana, buscan difundir esta problemática mediante una serie de videos para poder trasladar unas reivindicaciones concretas.

En esta derramando se buscará dar a conocer la situación del barrio en cuanto al acceso a la vivienda y las reivindicaciones desde las organizaciones y las asociaciones vecinales del barrio.

La autoorganización vecinal y las luchas colectivas son la única vía para garantizar nuestros derechos. Además del apoyo mutuo en el día a día, estas también permiten forzar a las administraciones competentes a cumplir con sus obligaciones. Se trasladarán tres reclamaciones:

Cumplimiento y prórroga indefinida de la moratoria de los desahucios
Ampliación de la bolsa de emergencia. Cura material y mental de las personas afectadas
Regular el mercado de la vivienda con más vivienda pública.

El movimiento indígena de Ecuador se levanta ante las medidas neoliberales del presidente Lasso

Los pueblos indígenas de Ecuador se han movilizado una vez más, como ya lo vienen haciendo desde el histórico levantamiento indígena de los 90, desde este 13 de junio de 2022, para rechazar las políticas neoliberales del Gobierno ecuatoriano que atentan contra el bienestar de la población ecuatoriana en general.

Tal y como resalta la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) que, junto con otras organizaciones indígenas y movimientos sociales (feministas, movimiento estudiantil, ecologistas) está liderando las protestas, el paro nacional es la única vía que ha dejado el gobierno neoliberal de Guillermo Lasso para avanzar en la consecución de derechos colectivos y en la consolidación de una democracia real en el país.

La movilización social comenzó en los territorios a nivel nacional, para trasladarse en la noche del 19 de junio a Quito, donde fue recibida multitudinariamente por los sectores populares de la ciudad al grito de ¡fuera Lasso fuera!

El último levantamiento social con gran alcance registrado en Ecuador fue el también liderado por el movimiento indígena en octubre de 2019, año de movilización social en América Latina. Ecuador no resultó ajeno a esta circunstancia regional y durante el mes de octubre presentó fuertes manifestaciones en respuesta al llamado “paquetazo económico” que incluía la eliminación de los subsidios a los combustibles, entre otras medidas.

Estas movilizaciones sociales del 2019 fueron fuertemente reprimidas por fuerzas policiales y militares, en el entonces gobierno de Lenin Moreno, dejando un saldo de 11 personas fallecidas y cerca de 100 personas con pérdida de ojos por el impacto de perdigones y bombas lacrimógenas. Según el informe elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “se cometieron graves violaciones de Derechos Humanos en contra del movimiento indígena”, sin embargo, a día de hoy, estos hechos continúan en la impunidad.

En un contexto de crisis social y económica en Ecuador, las políticas del gobierno de Guillermo Lasso, dirigidas en gran parte por el acuerdo suscrito con el FMI por el anterior gobierno de Lenin Moreno, suponen la aplicación de drásticos recortes a servicios sociales básicos y gasto público, especialmente en salud y educación. La firma de Tratados de Libre Comercio (recientemente con México en preparación para la entrada a la Alianza del Pacífico, y actualmente en fase de preparación del TLC con China), la promoción de la agroindustria y la falta de cadenas de comercialización que garanticen condiciones justas para pequeñas productoras y productores, ahogan a la agricultura campesina e indígena que, paradójicamente, sustenta el 70% de la demanda de alimentos en el país.

Por otra parte, el aumento del precio de los combustibles desde la entrada del gobierno de Lasso, agudizado por la guerra de Ucrania, ha incrementado el coste de la vida y las condiciones de pobreza de la población. De esta forma, el Ecuador del 2022 es un país donde las desigualdades son cada vez más hirientes, el coste de la vida y la canasta básica sigue subiendo, y esta carestía de la vida no encuentra una correspondencia en un incremento salarial de la gran mayoría de la población, que difícilmente llega a cubrir sus necesidades básicas. A esto se suma la carencia de medicinas en hospitales, la deficitaria educación, y unos niveles de inseguridad ciudadana en aumento.

Además, el gobierno de Guillermo Lasso ha intensificado el modelo económico extractivista, con el pretexto de paliar la crisis económica. Así, durante su primer año de mandato, se propuso duplicar la producción petrolera y promover la inversión en proyectos megamineros en el país. Sin embargo, gran parte de las concesiones mineras otorgadas por el gobierno ecuatoriano se encuentran en territorios de pueblos y nacionalidades indígenas, y no han pasado por un proceso de consulta previa, libre e informada, a pesar de que este derecho está recogido en convenios internacionales ratificados por Ecuador y en la propia Constitución ecuatoriana. En el informe a la nación de mayo 2022, el presidente afirmaba que “ahora que la tendencia mundial es el abandono de los combustibles fósiles, llegó el momento de extraer hasta la última gota de nuestro petróleo”, lo que augura una mayor presión sobre los territorios y un aumento de la conflictividad socioambiental.

A pesar de ser promovido como la solución para el desarrollo y para la salida a la crisis económica por parte del Gobierno ecuatoriano, la imposición del modelo extractivista genera y agudiza las condiciones de pobreza en las comunidades indígenas y rurales por sus nefastas consecuencias. La situación es especialmente grave en el caso de los pueblos y nacionalidades indígenas, que tienen con sus territorios ancestrales no sólo un vínculo material, como proveedor de medios de vida y sustento, sino también un vínculo identitario y espiritual.

A su vez, las recurrentes masacres en las cárceles del país, que en 2021 costaron la vida al menos a 316 personas privadas de libertad, han dado lugar a la peor crisis carcelaria de la historia de Ecuador. En este contexto, la criminalización y judicialización de personas defensoras de derechos y de la naturaleza es doblemente amenazadora, ya que las personas encarceladas, aún en prisión preventiva y sin sentencia firme, sufren el riesgo de ser asesinadas en las cárceles, como sucedió con el defensor Víctor Guaillas, detenido durante las protestas sociales de octubre 2019 por delito de “sabotaje” y asesinado en la masacre de la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil, en noviembre de 2021.

Estas circunstancias se configuran como el detonante del paro nacional que se está desarrollando en Ecuador desde el 13 de junio. El movimiento indígena, que se constituye como el actor con mayor poder de convocatoria y de organización en las protestas sociales en el país, y reivindica no sólo los derechos de los pueblos indígenas sino también de los sectores populares, campesinos y empobrecidos, ha concretado sus demandas y solicitudes en 10 puntos prioritarios en materia económica y de derechos.

Las demandas incluyen aspectos como la congelación del precio de los combustibles; el establecimiento de precios justos en los productos del campo y no firmas de TLC que destruyen la producción nacional; la mejora del empleo y derechos laborales; la no ampliación de la frontera extractiva minera / petrolera, y reparación integral por los impactos socioambientales; el respeto a los 21 derechos colectivos de pueblos indígenas; y el aumento de presupuesto urgente para salud y educación, entre otras.

Estas demandas han sido reivindicadas durante más de un año por la CONAIE, sin respuesta por parte del gobierno nacional. De hecho, la CONAIE reclama las burlas, engaños, deslegitimación y narrativa racista y colonial, que se ha instalado en el país como respuesta a sus legítimas reivindicaciones, razón por la que han puesto en marcha la medida de hecho del Paro Nacional.

La respuesta del gobierno nacional del Ecuador a la protesta social ha sido la represión y criminalización, mediante detenciones ilegales y arbitrarias de manifestantes, incluida la de Leónidas Iza, presidente de la CONAIE, que mantuvo en vilo a gran parte del país hasta su liberación; el uso abusivo de la fuerza por parte de la policía nacional y fuerzas armadas, amparado en un Estado de Excepción decretado de forma ilegítima por el presidente Guillermo Lasso, con la práctica sistemática de torturas y el empleo de bombas lacrimógenas y balas de perdigones directas al cuerpo de las y los manifestantes; el ataque con bombas lacrimógenas a universidades que han sido establecidas como centros humanitarios y de acogida; así como la campaña de estigmatización, racismo y odio en contra de los y las manifestantes indígenas, tachados de vándalos, salvajes y terroristas por parte de los discursos oficiales y medios de comunicación mayoritarios. Esta escalada de violencia tuvo su culmen el 24 de junio, cuando el Ministro de Interior, Patricio Carrillo, anunciaba el paso por parte de policía y fuerzas armadas de repeler las protestas a su represión, incluyendo el uso de carabinas con munición múltiple (perdigones).

De esta forma, según los últimos datos que ofrece la Alianza por los Derechos Humanos del Ecuador, a fecha 24 de junio se registran 68 reportes que suponen violaciones de derechos humanos, 5 muertos, 6 desaparecidos, al menos 166 heridos y 123 detenciones. En este contexto de represión, se considera especialmente preocupante el proceso judicial que enfrentará a partir del 4 de julio el presidente de la CONAIE, Leónidas Iza, que se encuentra en libertad preventiva con cargos por paralización de servicio público, ya que en la actualidad ingresar en el sistema carcelario ecuatoriano constituye un serio riesgo de muerte.

En el momento de cierre de este artículo, la Asamblea Nacional de Ecuador está debatiendo la destitución del presidente Gobierno Lasso, tras la solicitud de la bancada correísta de UNES, para la aplicación del artículo 130 de la Constitución ecuatoriana, que incluye la posibilidad de destitución del presidente de la República en caso de “grave crisis conmoción interna”. Desde el 27 de junio el movimiento indígena ha empezado un diálogo con el gobierno.

Ante la impunidad de la vulneración de derechos, se ha puesto en marcha una campaña de contribución solidaria de personas y organizaciones a la Asociación de Víctimas Inocencio Tucumbi, para el apoyo de víctimas y familiares de la represión estatal ejercida por el Gobierno ecuatoriano. Para más información entra en este enlace.